lunes, 28 de febrero de 2011

El Sueño Lúcido

Un Sueño Lúcido es un sueño en el cual el soñador se da cuenta de estar soñando.
Éste tipo de sueño se puede dar de forma espontánea o bien ser inducido por determinadas prácticas y ejercicios. El término Sueño Lúcido fue usado por primera vez por el psiquiatra holandés Frederick van Eeden en un estudio realizado en 1913. En la actualidad se acepta como un hecho comprobado científicamente. 

  Sueño
Cada noche pasamos entre una hora y media y dos horas soñando.

Soñamos una vez por cada 90 minutos de sueño aproximadamente. Este tiempo se va haciendo mayor a lo largo de la noche, comenzando desde unos 10 minutos al principio hasta unos 45 minutos o más al final.

Hay cinco etapas durante el proceso de sueño: cuatro son de sueño No-REM y una de sueño REM (de las siglas inglesas Rapid Eye Movement, en español Movimiento Rápido de Ojos). Los sueños más vívidos, y por tanto los que se recuerdan mejor, ocurren durante el sueño REM (aunque también se sueña en las otras etapas).

Cada ciclo de sueño dura aproximadamente 90 minutos. En contra de lo que muchas personas piensan, todo el mundo sueña, la cuestión es que no se suelen recordar estos sueños. Sin embargo, hay métodos para recordar más y mejor lo que soñamos cuando dormimos.



Sueño lúcido



Un Sueño Lúcido es un sueño en el cual el soñador se da cuenta de estar soñando. Éste tipo de sueño se puede dar de forma espontánea o bien ser inducido por determinadas prácticas y ejercicios. El término Sueño Lúcido fue usado por primera vez por el psiquiatra holandés Frederick van Eeden en un estudio realizado en 1913. En la actualidad se acepta como un hecho comprobado científicamente.

A la persona que se autoinduce el sueño lúcido o lo tiene a menudo de forma espontánea se le conoce como onironauta.

Es probable que la mayoría de las personas hayan tenido uno o más sueños lúcidos en algún momento de su vida, aunque la mayoría de las veces hayan sido olvidados al igual que los sueños comunes. Hay personas que se ejercitan para tenerlos y llegar a controlarlos de diferentes maneras ya que durante el sueño lúcido, existen diferentes niveles de control del sueño; por lo cual, un soñador puede tener diferentes grados de control de su sueño.

Los soñadores más experimentados, pueden llegar a controlar sus sueños casi a voluntad, dirigiendo el sueño y llevando a cabo sus deseos en los mismos. Entre las habilidades posibles para un soñador experimentado, estan el poder cambiar el lugar donde se encuentra en el sueño, visitar sitios conocidos o imaginarios, volar, cambiar de forma, y cualquier cosa que se le ocurra durante el sueño.

Los sueños lúcidos son notables por perdurar en la memoria, siendo excepcionalmente mejor recordados que los sueños típicos y no lúcidos (aunque también es posible no recordarlos). Los onironautas describen regularmente sus sueños como excitantes, fantásticos, llenos de color (se observan los colores mejor que en la misma realidad).

Además, incluso, han informado de sueños lúcidos que han tenido lugar en una especie de hiperrealidad, una realidad que se siente más real que el estado cotidiano de vigilia. En estos sueños todos los elementos del sueño están amplificados; por lo que a menudo comparan sus sueños con experiencias espirituales.

Al igual que los sueños normales, los sueños lúcidos se producen durante la etapa REM del sueño.


Fenómenos asociados al sueño lúcido

Parálisis del Sueño.

Sucede durante la etapa REM del sueño en la cual el cuerpo queda paralizado por un mecanismo cerebral que impide que los movimientos que se producen en el sueño se lleven a cabo de forma real por el cuerpo, ya que esto podría suponer el poner en peligro la propia integridad física, moviéndose únicamente los ojos y dando lugar al efecto "REM" (Movimiento Rápido de Ojos).

Este estado puede ir acompañado de alucinaciones (especialmente de tipo auditivo) y otras sensaciones más o menos acusadas, situación que puede llegar a causar pánico en quién la experimenta, ya que el sujeto se siente inmovilizado (para más detalle consultar Parálisis del Sueño), aunque este estado sea completamente inofensivo.


Falso despertar.

Sucede cuando no se logra el control adecuado del sueño. En un falso despertar, de repente uno sueña que se ha despertado. Si la persona estaba en un estado de lucidez, a menudo cree que ya no está soñando y puede salir de su habitación, etc.

Dado que esa persona sigue soñando, a esta situación se la llama "falso despertar". Esto suele ser un problema en el arte del sueño lúcido porque normalmente provoca que la persona pierda la conciencia de estar en un sueño, pero también puede causar en algunos el que lleguen a estar lúcidos si, de forma habitual, se realiza un test de realidad siempre que se despierten.

Recordar sueños

Recordar los sueños es una habilidad muy importante para los soñadores lúcidos (y para cualquiera que esté interesado en conocer algo más de su mundo onírico) ya que si no se recuerdan los sueños, tampoco se podrán recordar los sueños lúcidos. Habitualmente, mejorar el recuerdo de los sueños es el primer paso para poder aprender a tener sueños lúcidos. Además permite familiarizarse con el propio contenido onírico, lo cual, será útil para identificar signos (ver más adelante test de realidad) que también nos pueden ayudar a alcanzar la lucidez.

Una práctica común que permite incrementar los sueños recordados es mantener un diario o cuaderno de sueños, que se debe mantener cerca de nuestra cama, de manera que tan pronto como nos despertemos, podamos plasmar en papel los sueños, impresiones o pensamientos que tengamos en ese momento. Es recomendable que cuando despertamos no nos movamos y mantengamos durante un rato los ojos cerrados, pues esto puede ayudar a recordar mejor el sueño que acabamos de tener.

Si esperamos a escribir en este diario en otro momento del día, podemos olvidar gran parte o el total de los sueños que hayamos tenido, pero también hay que tener en cuenta que, a veces, durante el día, algún suceso o acontecimiento pueden hacer que recordemos sueños que habíamos olvidado y en estos casos es recomendable, si es posible, tomar nota de todo lo que nos venga a la memoria, incluyendo que fue lo que nos hizo rememorar ese sueño.

Otra técnica para retener los sueños es mentalizarse antes de dormirse que a la mañana siguiente se va a recordar el sueño. Por ejemplo, podemos visualizarnos por la mañana en la cama, recordando detalles del sueño y apuntándolos.


Test de realidad

Con el test de realidad se pretende obtener un método para distinguir si se está soñando o no.

Este es un proceso muy importante, pues puede ser la clave para tener sueños lúcidos. El método consiste en realizar algún tipo de acción que sea difícil de llevar a cabo en un sueño, o también, intentar hacer algo que en el estado de vigilia no sea posible. Algunos ejemplos del primer tipo podrían ser leer algún texto, apartar la vista de ese texto y volverlo a mirar para ver si se ha producido algún cambio o, de igual manera, mirar la hora en un reloj. En el estado de vigilia el texto no cambia y la hora puede cambiar apenas un minuto, en cambio, en un sueño, a menudo, se producirían cambios significativos o extraños. Un ejemplo del segundo tipo de test, sería intentar elevarse del suelo y volar, acción que sólo se podría producir en un sueño.

Dado que en nuestros sueños aceptamos como lógica o normal cualquier cosa por extraña o imposible que parezca y que en el estado de vigilia no podría ocurrir, es necesario llevar ese análisis racional a nuestros sueños para poder alcanzar la lucidez, por tanto, otra operativa que complementa al tipo test expuesto anteriormente sería tratar de identificar cierto tipo de signos en nuestros sueños que nos pueden servir como pistas para saber si estamos soñando o no.



Cada vez que realizamos un test de realidad debemos comprobar nuestro entorno y a nosotros mismos de forma lógica analizando si hay algo extraño o algún signo que nos pueda ayudar a identificar si estamos soñando o no. Este test se debe realizar de forma habitual y continuada en el estado de vigilia durante el tiempo que sea necesario (que puede variar desde unos días a varios meses) para convertir este proceso en un hábito que finalmente se lleve a cabo también dentro de nuestros sueños, y de esa manera poder alcanzar la lucidez.

Es conveniente elegir algunos tipos de test (siempre más de uno) y llevarlos a cabo regularmente comprobando lo que nos rodea y pensando que el resultado sería diferente si estuvieramos soñando. Además también es muy importante hacer un test de realidad cada vez que nos despertemos pues nos podría ayudar a alcanzar la lucidez si se produjera un falso despertar. Este proceso puede dar resultados rápidamente en algunas personas y en otras no, pero lo importante es mantener la constancia en el proceso hasta que se convierta en un hábito que se traslade a nuestros sueños.

También puede ser de ayuda el que si no se consigue realizar este test durante el sueño, hacerlo unas pocas veces antes de ir a dormir mientras se está despierto. Cómo elegir que tipo de test debemos realizar dependerá de nuestra actividad diaria, de que se adapte a nuestra personalidad, de la rapidez con la que se pueda hacer y de que sea discreto, si no quiere ser descubierto (cuando se encuentra en lugares públicos, en el trabajo, etc). 



Si mantenemos la constancia adecuada y la concentración necesarias al realizar esta prueba, obtendremos el resultado que buscamos.