domingo, 13 de marzo de 2011

Desapegarse de los resultados, por Alberto Merlano




El desapego es un estado de la mente que implica mantener el centro de auto valoración en lo que somos, un centro de consciencia, independientemente de lo que tengamos o de nuestros logros. Aplicado a resultados significa no hacer depender nuestra auto-estima de logros sobre los que no tenemos total control. No implica no darle valor a aquello por lo que luchamos o no trabajar por objetivos, sino percatarnos de que su obtención depende no sólo de nuestros esfuerzos sino de variables que escapan de nuestro dominio. Es darnos cuenta que en muchos eventos de nuestra vida cotidiana somos totalmente responsables de nuestros esfuerzos, pero solo parcialmente de los resultados que esperamos obtener de ellos, pues el principio de incertidumbre de la Física, derivado posiblemente de la interdependencia de todo lo que existe, opera también el mundo de los asuntos cotidianos.
El desapegarse de resultados correlaciona con lo que los psicólogos denominan tolerancia a la ambigüedad, considerado por muchos como unos de los atributos de personalidad de los gerentes exitosos. Centrar nuestra valoración personal en resultados que no dependen totalmente de nuestros esfuerzos es irracional. Saber aceptar la ambigüedad y aprender a navegar en ella, derivando en estado de alerta *, como recomienda Manfred Max Neef ganador del Nóbel alternativo en Economía en 1983, es vital para la tranquilidad y la efectividad personal.
La posición de Deepak Chopra respecto a la posibilidad de no angustiarse por los resultados que no dependen totalmente de nosotros, es muy interesante. Afirma que si al formular nuestros objetivos nos abrimos a la posibilidad de que no se cumplan si las circunstancias fuera de nuestro control no nos son favorables, podemos luchar por ellos concentrándonos en los esfuerzos, sin hacer depender nuestra valoración personal del éxito o fracaso de nuestras acciones individuales. En este sentido podríamos decir con Gandhi: esfuerzo completo, victoria completa. En la misma dirección apunta uno de los cantos de guerra de la etnia Suahili: Solo la lucha le da sentido a la vida, la victoria o la derrota está en manos de los dioses ¡Celebremos la lucha!
Para los creyentes en Dios y en su intervención personal o impersonal en asuntos humanos, el aceptar su voluntad puede representar una idea equivalente. Para ello podemos hacer propia la frase de San Ignacio de Loyola quien desde la perspectiva cristiana, decía: “Obremos como si todo dependiera de nosotros, pero dejemos el resultado en manos de Dios” 
El enfoque plasmado en el Baghavad Gita, que constituye la esencia de la filosofía de los hindúes y budistas, logra un notable equilibrio entre medios y fines: Mirar el futuro y luchar por construirlo según los propios sueños, pero sin apetecer los frutos de la acción. Si se dan, bien, si no, examinar porqué y modificar los fines o los medios aceptando lo que no podamos cambiar, enfatizando en todos los casos el valor de la experiencia en sí misma y el aprendizaje que se deriva de ella.
Desde la perspectiva del desarrollo personal el camino y lo que en él se aprende es el fin y el destino el medio. Si soltamos el apego por resultados concentrándonos en hacer lo mejor posible lo que tengamos que hacer para lograrlos, nuestro desempeño y nuestra calidad de vida mejorarán notoriamente.
* La expresión "derivar en estado de alerta" fue pronunciada por Manfred MaxNeef en una conferencia dictada en la Universidad Javeriana sobre la creatividad. Bogotá, 1994. Implica dejarse llevar por el fluir de las aguas, pero manteniéndose en "estado de alerta" por si algo complica la navegación.

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